Muerte Locura y Letras
La vida de Liana Loranca sufre un cambio drástico, tras ser una joven curiosa y rebelde pasa a tener que contraer nupcias por convenio. La mansión "el estanque de lirios" de la familia de su esposo es un lugar sombrío y silencioso; su nueva vida monótona y rutinaria la lleva a interesarse por unas extrañas cartas sin destinatario que un día llegan a sus manos ¿De quién son? ¿Para quién eran? Sus sueños se ven turbados por los deseos de venganza, la discordia y la tragedia que atormentan a una familia. ¿Podrá Liana descubrir la verdad?
Fragmento de cap 1.
Me sentía atrapada entre sus garras; aun sabiendo que podía costarme la vida, aun así no deseaba alejarme de él, ¿Qué sentimiento era ese tan fuerte que a pesar del temor quería permanecer a su lado? No, no quería, deseaba quedarme cerca de él. Aun no comprendo el porqué de mi terquedad, tuve la oportunidad de escapar, el mismo la puso ante mí y aun así decidí permanecer allí. Él no es malo y yo lo sé, pero eso no cambia el hecho de que es peligroso. Me case por conveniencia y eso también complicaba la relación, no puedo querer a alguien que no me quiere, y… sin embargo, algo desconocido me invade cuando estoy cerca de él. Uno de esos días de molestia, salimos a dar un paseo o algo así, me cuesta trabajo entenderlo; a veces es tan frío como el hielo y de repente tan cálido como el sol de la tarde.
En la mañana, justo antes de salir tuvo una discusión conmigo aún estaba molesta por esa boda arreglada, no quería desayunar, esa era mi decisión; él estaba molesto por eso, acabó dándome un sermón y un rato más tarde me invito a dar un paseo; pensé que era para dejarme en la calle, al fin que no me importaba lo que hiciera. Recuerdo que antes lo odiaba; la primera vez que nos vimos le eche una copa de vino encima por tropezarse y no disculparse; ya venía de mal humor pues me había enterado de que mi padre me había comprometido pero no sabía con quién.
Era el cumpleaños de mi hermana mayor, lo recuerdo tan claro, me había levantado de la mesa para volver a mi cuarto cuando él se tropezó conmigo; justo entonces uno de los camareros pasaba junto a mí y el resto ya está escrito; simplemente me miró estupefacto, deje la copa en sus manos y me fui aún más molesta que antes; mi hermana se le acercó para disculparse y asegurarse de decirle que yo estaba loca, sin embargo él no le contesto nada; el silencio era algo que lo caracterizaba. De vuelta a mi cuarto mi padre me detuvo en la escalera.
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